ROMA EN BARCO


Empieza una nueva aventura, esta Semana Santa nos vamos 12 días a Italia, dos a Roma y el resto a Sorrento, una zona encantadora del sur de Italia, a un paso de Pompeya, Nápoles y la Costa Amalfitana. Nos esperan 12 días increíbles…

Esta vez, para llegar a nuestro destino, nos hemos decidido por el Ferry de Grimaldi Lines, así podremos llevar nuestro automóvil con nosotros y estar más libres en tierras italianas.

La verdad es que hace 24h todavía no sabíamos si podríamos disfrutar de nuestro viaje: llevo dos semanas enfermo con fiebres altas, primero con gripe A y después con neumonía, y no estoy en condiciones de viajar… Por suerte y contra todo pronóstico, mi cuerpo empezó a mejorar y esta mañana me levanté mucho mejor. La doctora, aunque reticente, al final me ha dejado partir….

Yo soy de los que pienso, que para conseguir algo, solo tienes que desearlo, y desearlo de verdad, como un objetivo a conseguir, una meta. Mi meta esta semana era recuperarme, aunque solo sea lo justo para poder marchar de viaje. Yo solo deseaba eso, mi único objetivo, mi única obsesión, era que a las 22h del viernes 18 de Marzo, estuviera en el barco junto a mi familia.

Desde aquí, quiero agradecer a mi doctora, que es una grandísima profesional, a mis padres y a mi mujer, toda la ayuda recibida, sé que sin ellos no lo hubiera conseguido.

En tiempo récord hemos preparado maletas y a la hora prevista estamos en el puerto de Barcelona, con todo listo para embarcar. Después de dejar el coche en la parte inferior del Ferry nos acomodamos en nuestro camarote, que aunque de dimensiones reducidas las camas son muy cómodas y amplias.

Esa noche, y después de un día intenso, solo nos quedan fuerzas para cenar algo en el restaurante del barco e irnos a descansar. Mientras nos entra sueño, aprovechamos para hacer juegos en familia.

Una de las cosas que más nos gustan de nuestros viajes es compartir tiempo en familia. Jugamos, conversamos y nos reímos juntos. Muchas de esas cosas, cuando estás en tu día a día las dejas un poco olvidadas. Por eso recomiendo para la unidad familiar dedicar tiempo para vosotros mismos.

Por la mañana, nos levantamos y nos disponemos a desayunar. El desayuno no mata pero no está mal. Hace un día espectacular y no hay mejor lugar para estar que en medio del Mediterráneo. Con vistas a la isla de Cerdeña, aprovechamos para fijar nuestros itinerarios y los lugares a visitar.





Judit y los peques con Cerdeña al fondo





Después de un día de descanso total, llegamos a Civitavechia, una ciudad costera del centro de Italia y salimos ya con nuestro coche del barco. Nos dirigimos a nuestro hotel, en las afueras de Roma, y después de una hora de viaje llegamos. La zona no tiene muy buena pinta y está repleta de señoritas ligeras de ropa ejerciendo la profesión más antigua del mundo. Pero he leído que es bastante seguro el barrio. El hotel se encuentra cerrado con un teléfono de contacto en la puerta para cuando se llega muy tarde. Llamamos, y en italiano empieza una especie de gincama para encontrar la llave de la habitación. Después de 15 minutos pasando “pruebas” y riéndonos de la situación, conseguimos entrar a descansar.
El hotel, se adapta a nuestras necesidades, sin grandes lujos, bueno ni pequeños, pero por 50€ la noche no se puede pedir más. La verdad es que no somos muy exigentes con los alojamientos, buscamos que esté limpio, que tenga wifi y que sea barato. Realmente al hotel solo vamos a dormir y no nos vale la pena gastar mucho en alojamiento.

ROMA

Nos levantamos pronto, con mucha ilusión de volver a Roma. Ya hace 5 años de nuestra anterior visita y la Ciudad Eterna está en nuestra lista de destinos que intentamos ir cada cierto tiempo.
Después de desayunar algo, nos disponemos a ir a una parada de metro con nuestra “máquina”, porque desde el momento que atracamos en Italia, pasamos de tener un coche a tener una “máquina”.
Nuestra primera visita hoy es el Coliseum, nos bajamos en la parada del mismo nombre y nada más salir al exterior, ahí está, el anfiteatro más grande del Imperio Romano, el Coliseum. Reconozco, que aun siendo la tercera vez que voy a Roma, siempre me impresiona, por algo es una de las siete maravillas del mundo moderno. Esta edificación de casi 2000 años de antigüedad y con capacidad para 50.000 personas se utilizaba para luchas de gladiadores, ejecuciones, peleas con animales salvajes, etc. En la inauguración del Coliseum se hicieron 100 días de juegos en los que murieron más de 2000 gladiadores.




Coliseum de Roma





Seguimos el camino a través del Foro Romano, donde transcurría la vida pública y religiosa de la Antigua Roma y nos dirigimos a la Piazza Venezia. Llegamos y nos encontramos el majestuoso monumento a Victor Manuel II, último rey de Italia, sin duda una construcción referente de la Roma moderna. Está construido en mármol blanco de canteras de Botticino (Brescia).

Continuamos dirección al río Tiber, hasta encontrarnos la Bocca della Veritá. Después de una pequeña cola nos disponemos a meter la mano en la boca de la cara de piedra más famosa del mundo. Les explicamos antes la leyenda a los niños, y estos se resisten a introducir la mano dentro. Con cierta reticencia acceden a hacerse la típica foto con la mano dentro de la boca de piedra. La Bocca della Veritá data del s.I y realmente no se sabe para que se podría haber utilizado. Si fue una fuente o incluso una tapa de una alcantarilla.




Aleix y Leire con la mano dentro de la Bocca della Veritá


Llega uno de los momentos más deseados del viaje, vamos a tomar el primer “Gelatto”. Entramos en una heladería muy antigua y nos sentamos un ratito para descansar y disfrutar de esta delicatesen…
Después nos dirigimos hasta el Panteón, es el más bello recuerdo de la Roma Antigua, sin lugar a dudas. Este templo ha sufrido tan poco, que aparenta estar igual que en aquella época. Fue construido en el s. I dc. en honor a todos los dioses. Este lugar es mágico, parece increíble que este edificio lo hayan podido hacer con los medios disponibles en la época del imperio y más increíble todavía que esté en perfectas condiciones después de 2000 años. Entramos y nos sentamos a admirar la increíble belleza del templo y también aprovechamos para descansar un poquito.


Panteón de Roma


Seguimos caminando dirección al Vaticano, pasando por Piazza Navona y el Castelo San Angelo. La Piazza Navona es una de las plazas más famosas de Roma, que reúne esculturas, fuentes y edificios de gran valor artístico y supone un centro de la vida social, cultural y turística de la ciudad.
El Castello Sant Angelo es un edificio del antiguo Imperio Romano, construido para que funcionase como mausoleo familiar del emperador Adriano. Esta fortificación se conectó con el Vaticano en 1277 con un corredor llamado “passetto”. La fortaleza fue refugio del Papa durante el saqueo de Roma de 1527.
Llegamos a Ciudad del Vaticano y los controles para penetrar en su interior han cambiado desde la última vez que fuimos. Supongo que debido a los últimos atentados han aumentado la seguridad para entrar a la Piazza San Pietro. Nos despojamos de nuestras pertenencias metálicas para ponerlas en la cinta de rayos X y entramos al interior de este pequeño país.
Justo esa mañana, el Papa Francisco ha hecho la misa de Domingo de Ramos, y ha bendecido miles de ramas de olivo. Aprovechamos para coger bastantes ramitas para regalar a los amigos y familiares a nuestro regreso.
Entramos a la Basílica de San Pietro y admiramos su increíble cúpula, la cual se puede ver desde casi toda Roma. También se encuentra la Piedad de Miguel Ángel, increíble escultura que representa el ideal de belleza del Renacimiento. En esta escultura predominan las armonías de contraste.
Después de unas fotos dentro y otras tantas fuera, incluyendo las típicas con la Guardia Suiza del Vaticano, nos dirigimos a comer algo. Elegimos una Trattoria de los alrededores, hoy toca probar la lasagna, y la verdad es que está espectacular, aunque también con un precio desorbitado. Lo más curioso de la cuenta, es que no existe como nosotros la conocemos, nos traen un ticket que pone solo el precio final de toda la comida junta, sin detallar lo que hemos comido y mucho menos el precio de cada plato. Además el ticket indicaba un precio redondo y alto, ¡qué casualidad! Caímos como unos pardillos, pero era el primer día y no estábamos hechos al país todavía.
Ahora nos dirigimos a la Fontana di Trevi, con mucha ilusión de volverla a visitar. La última vez que la vimos, estaba en obras y nos quedamos con las ganas de ver tal belleza entera, sin andamios que la estropeen.
Llegamos a la Fontana y luce espectacular, es inmensa, de una belleza superlativa. Construida en mármol blanco, muy abundante en Italia, hace que tenga un increíble contraste con las edificaciones de la zona. La parte negativa es que media Roma se encuentra en ese lugar ahora mismo, y claro, cuando algo está masificado de esa manera pierde un poco de atractivo.
Después de varias fotografías, nos disponemos a tirar la moneda, importante hacerlo con la mano derecha, de espalda a la fuente y cruzando el brazo de forma que la moneda caiga por el hombro izquierdo. Con esto nos aseguramos que volveremos a Roma, je je.
La Fontana di Trevi, además de una preciosidad, es la fuente más grande del Barroco Italiano. Su construcción finalizo, tal y como la vemos ahora, en 1762, aunque lleva más de 2000 años brotando agua en una fuente de la Antigua Roma y de menores dimensiones.
Decir, que la multa por bañarse para imitar a Anita Ekherg en la Dolce Vita, es de 500€.

Ligeros Viajeros en la Fontana di Trevi


Ahora nos dirigimos a la famosa Heladería Valentino, una de las mejores de Roma con un “Gelatto” artesano espectacular. Después de disfrutar de este excelente manjar nos dijimos al hotel, cenaremos algo y a dormir, que mañana nos vamos a Sorrento y tenemos que hacer unos 300km.








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