LONDRES CON NIÑOS

Viernes, 4 de Diciembre de 2015

Empieza una nueva aventura, esta vez es Londres, majestuosa capital europea, en la que pasear por sus calles te hace trasladarte constantemente del s. X al s.XXI. Mezclando las edificaciones Góticas, Neogóticas y Barrocas, hasta llegar a las construcciones más modernas, todas llenas de cristaleras, formando un skyline espectacular.
Como ya he dicho en anterior post, este viaje es diferente y especial para mí y para mi familia. Viajamos 13 personas, 6 amigos de la adolescencia y nuestros hijos, que también son súper amigos. Va a ser una aventura que recordaremos, seguro, toda la vida.
Hemos llegado al aeropuerto con bastante antelación, estamos pasando una época de posibles atentados y los controles se avecinan interminables. La verdad que da cierto temor volar en los tiempos que estamos, sobretodo cuando ves personal de seguridad armada hasta los dientes, más propia de una película, que de nuestro día a día. Es una pena, tener que vivir con esta situación, pero hay que llevarlo lo mejor que se pueda y no dejarse aterrorizar por estos indeseables.
Ya estamos en el avión, todos los niños se sientan juntos, para ellos empieza una fiesta, sus caras lo dicen todo. El vuelo que despega con cierto retraso, transcurre entre juegos y risas, y a la hora estimada aterrizamos en Stansted, un aeropuerto de la periferia de Londres.
Destacar del vuelo una cosa que siempre me llama la atención,  la popular venta de Lotería de Ryan Air. Entre eso y la venta de productos de todo tipo, un vuelo Low Cost es lo más parecido a un mercadillo a 5000 metros de altura.
Para ir del aeropuerto a Londres, hemos elegido el tren, concretamente el Stanted Express. En menos de 45 min nos lleva a Liverpool Street, un transporte cómodo pero caro. Pero Londres es caro todo, y hay que asumir que aunque el vuelo es Low Cost, el resto del viaje no lo es, y el presupuesto siempre se dispara cuando visitas Reino Unido. Más tarde explicaré como evitar pagar más de la cuenta en compras de recuerdos y merchandaising londinense, que es en casi lo único que eligiendo la zona de compras puedes ahorrar unos pounds.
Después del tren, nos dirigimos en metro a Aldgate East, la parada más cerca de nuestro apartamento. Llegamos tarde y cansados, con muchas ganas de dormir un poco para afrontar la visita de los días siguientes a Londres.
El apartamento está en una zona de edificios antiguos y mal cuidados, más propia de la periferia, pero muy cerca de la City. Solo se haya a unos 300 metros del Tower Bridge. Sin dudarlo, la situación del alojamiento es inmejorable. El interior del apartamento no tiene nada que ver con el exterior, es bonito, sencillo, minimalista y bien cuidado.
Esta noche ya no da tiempo de mucho, repartimos las habitaciones, algo rápido de cenar y en poco rato estamos ya durmiendo. Nos esperan kilómetros y kilómetros caminando por el asfalto de la City.




Sábado, 5 de Diciembre de 2015

Me levanto receloso por la hora de salida. Tenemos que levantarnos, asearnos (un solo lavabo), desayunar y arreglarnos 13 personas. Y creo que todos nos esperábamos que fuera un poco caótico. Pero sorprendentemente, la organización es espectacular y 10 minutos antes de la hora prevista, estamos todos listos para empezar nuestra ruta.
El primer lugar a visitar es Buckingham Palace y su cambio de guardia. Como llegamos sobrados de tiempo vamos primero a Hyde Park. Paseamos por el pulmón de Londres, le damos de comer a las ardillas, y tomamos dirección a Palacio.
Quizás es la visita más decepcionante, y no porque no cumpla nuestras expectativas, si no por la aglomeración de gente. Parece un concierto de Justin Bieber en el que las adolescentes luchan por la primera fila. Hay grupos de orientales cargados con cámaras de fotos de última generación, que no sé cómo se van introduciendo hasta llegar a la mejor posición de visión. Yo creo que esta gente, eso de sacar la mejor instantánea lo llevan dentro.
Yo, sin dudarlo ni un solo minuto, me mezclo con ellos, llegando incluso a ponerme a la altura de los que están en primera fila. Y con mi palo selfie y la GoPro en el extremo final, llego lo más cerca posible y puedo inmortalizar el momento mejor que nadie.
Cuando decidimos irnos, nos es imposible. Hay tal tapón que no podemos movernos ni para adelante ni para atrás. Cuando el flujo de gente disminuye un poco, ya podemos  ir hasta nuestro próximo destino, el Big Ben.
Tal y como nos vamos acercando, el reloj más famoso de Londres se divisa entre los edificios. Aleix es el primero en verlo y no duda en avisar a los demás, haciendo un poco de Rodrigo de Triana cuando divisó tierra en la Pinta, en el “descubrimiento” de América.  Su cara ilusionada, sin duda, alguna fue una de las mejores cosas del viaje. Eso que había visto tanto en libros de texto y en documentales, lo tenía delante. Para él es un momento mágico. Leire es menos expresiva, pero también está  muy emocionada.
Nos hacemos las fotos de rigor y paseamos por la Westminster Abbey y las Houses of Parliament (la abadía y el parlamento), cruzamos el puente sobre el Támesis, divisamos la noria a lo lejos, pero decidimos ir primero a comer algo y dejar el London Eye para la tarde.
Comemos en un Pub muy British, el The Horse&Stables en Westminster Bridge Rd. Una comida también muy típica del lugar, Fish & Chips con una cerveza negra Guiness (sí, es cerveza de Irlanda, pero me gusta).  Los demás se decantan por hamburguesas, que por cierto, son de una carne de gran calidad, totalmente recomendable.
Decir que ahí empezamos a notar la amabilidad inglesa, es de los lugares en los que mejor nos han tratado. En bares y restaurantes siempre están dispuestos a ayudarte, y con una sonrisa en la boca. Preguntas en la calle, y aunque en inglés, se esmeran para hacerse entender.

   



Luego volvemos caminando a la famosa noria, el London Eye, y nos disponemos a comprar las entradas para subir a ella. Por cierto, carísima, aunque vale la pena porque las vistas son espectaculares. Después de 30 minutos de cola subimos todos en una cabina, son grandes, caben unas 24 personas. La vuelta entera dura unos 25 minutos, y puedes ver casi todo Londres. Los niños están encantados, luego hablando con ellos, todos coinciden en que era lo que más les has gustado. O sea que una recomendación, si vais con peques, no dudéis en subir al London Eye.
Después cogemos un bus de esos de dos plantas y nos dirigimos al Covent Garden. Como no, y aunque el bus está vacio, subimos al piso de arriba y podemos disfrutar de las calles de Londres desde otra perspectiva. La verdad es que en Navidad todas las calles de Londres están preciosas.
Llegamos al Covent Garden y podemos disfrutar de este increíble centro comercial, que está anclado todavía en la época de Oliver Twist. El edificio de 1830, era un mercado permanente que posteriormente se convirtió en centro comercial, lleno tiendas de ropa, de recuerdos, de objetos curiosos, etc... Fuera, en la zona peatonal, hay una plaza en la que se permiten las actuaciones callejeras:  magos, payasos, humoristas, malabaristas, etc. La verdad que todos los que pasan por ahí son espectáculos de calidad.
Decidimos terminar el día de visitas por hoy nos dirigimos al apartamento, el día ha cumplido sobradamente las expectativas y todo el mundo ha estado a la altura de las circunstancias.





Domingo, 6 de Diciembre de 2015
Esta noche estando en la cama, leí en un diario ingles, que en una estación del metro de Londres, y justo a la hora que nosotros también estábamos viajando en ese medio de transporte, había habido un ataque terrorista con arma blanca en nombre del Estado Islámico. Por suerte solo hubo tres heridos, pero nos metieron el miedo en el cuerpo para el resto de días. Al final quedó en solo un susto para nosotros.
Empieza el día y nos levantamos todos pronto para ponernos en marcha y todo transcurre sin problemas y con una buena organización. En el cuerpo se nota ya las horas de caminata del día anterior (unos 15 km), pero la ilusión que nos invade hace que eso quede en un segundo plano. Hoy salimos caminando, y vamos dirección al Tower Bridge, el puente mas famoso de Europa, y a la altura en importancia con el Golden Gate de San Francisco.
Hacemos la parada pertinente de cada día a tomar café. En Londres se estila comprarlo en puestos de la calle y tomarlo para llevar. Nosotros, aunque en algunos sitios había para tomarlo sentado, lo hicimos como cualquier londinense.
Llegamos al Tower of London, una fortificación pegada al Támesis. Lo que hoy es una atracción turística que alberga las Joyas de la Corona, en su día fue una prisión para los que ofendieran al rey. Fueron torturados hasta la muerte la mayoría de los presos acusados de traición. Muchos de ellos fueron personajes de gran relevancia que simplemente no apoyaban al Rey: reyes derrocados, clérigos, aristócratas, entre otros.
Después nos dirigimos a ver el Tower Bridge, un puente levadizo de estilo Victoriano construido en 1894. La verdad que el puente es increíble y fue otra de las atracciones que a los peques les hizo ilusión ver. Unas mil veces al año se abre el puente para dejar pasar a barcos de mástil alto, y justo tuvimos la oportunidad de ver una de estas aperturas.  Este puente, junto al Big Ben, es de los monumentos más fotografiados del mundo.
Andamos camino al metro, cruzando por algún mercado de Navidad y decidimos hacer una paradita a tomar una “bier”. Nos decidimos por un pub que tiene la terraza justo a la orilla sur del Támesis, con unas vistas espectaculares.  Sentados, con la “pinta” en mano (Pinta es una medida que equivale a casi medio litro de cerveza, unos 473 ml.), divisando justo enfrente el Tower Bride,  el Tower of London, el skyline de los edificios nuevos mas majestuosos de Londres… La verdad, que en estos momentos de relajación y con estas vistas, es cuando te das cuenta de lo afortunado que eres por estar allí en ese momento.






Cogemos metro y vamos camino a unos de mis lugares preferidos de Londres, el Candem Market. Es una curiosa zona de tiendas un tanto extravagantes. Hay de ropa de segunda mano y nueva, ropa un tanto curiosa y atrevida. Los grandes diseñadores van a Candem para ver las tendencias y se basan en lo que ven para sacar sus nuevas colecciones.
También hay tiendas  de piercings y tatuajes, con sus fachadas adornadas de una forma un tanto especial, que vale la pena visitar. La verdad que me encanta pasear por allí.
Decir también que las tiendas de recuerdos de esta zona, es lo más barato que vas a encontrar en Londres, nosotros aprovechamos para hacer todas las compras.
Al final de la calle te encuentras una zona de comida internacional. En una especie de mercadillo de comida para llevar donde la mezcla de olores de alimentos de todas las partes del mundo, es un tanto desagradable, pero tiene su atractivo.
Nosotros comimos en una cadena de restaurantes llamada Honest, muy conocido por la espectacularidad y calidad de sus hamburguesas. Decir que iba con nosotros Aina, que es celiaca, y en este lugar encuentras alimentos sin gluten.
Después de comer seguimos mirando tiendas, compramos algo de ropa y algún que otro recuerdo. Ya de noche, cogemos metro otra vez y nos dirigimos a King´s Cross Station, la estación de tren en la que se encuentra la Plataforma 9 ¾. En la que Harry Potter penetraba por una pared de ladrillo para coger el Hogwarts Express y dirigirse al colegio donde se formaba como mago. Un lugar que aunque no tiene mucho atractivo es curioso de ver, sobre todo para mí, que me encanta la saga de Harry Potter.

Al final del día y de camino a casa, fuimos a ver el Emirates Stadium, el estadio de futbol del Arsenal. La verdad que es precioso. La primera vez que fui a Londres vi el antiguo y el cambio ha sido espectacular.





Lunes, 7 de Diciembre de 2015

Este día es un tanto especial para mí. Después de 3 visitas a Londres, por fin voy a poder visitar el British Museum. Bueno una parte, la parte más interesante a mi modo de ver. Me apasiona el Antiguo Egipto, pero después de varios intentos de ir al Cairo a lo largo de mi vida, no he podido. Además, creo que ahora, y durante los próximos años, no es que sea muy seguro visitar países árabes.
El museo egipcio del British, es de los más importantes del mundo, con una gran cantidad de momias y objetos de gran valor en sus galerías. También está la Piedra Rosetta, el objeto estrella de nuestra visita. Esta piedra es clave para el entendimiento de muchísimos jeroglíficos, ya que en ella hay tres textos, cada uno en idioma antiguo diferente: el griego antiguo, el demótico egipcio y el jeroglífico.
Empieza nuestra visita al British y primera sorpresa: es gratis. Todos los museos del Estado, lo son en Londres. Es una manera de acercar la cultura a todas las clases sociales y no privar de disfrutar del arte, por la situación económica.
Entramos y nos encontramos un Moai, esas esculturas de la isla de Pascua, la emoción me invade, me apasiona esta isla chilena en medio del Pacifico y todos los secretos y curiosidades que la envuelven. Después llegamos a un hall con una cúpula impresionante y justo en la entrada de las salas egipcias, un busto en piedra tallada de Neffertiti.
Entramos y ahí está, la Piedra Rosetta, mucho más grande de lo que me imaginaba, más o menos de 115 cm de altura por 75 cm de ancho. Se nota que es la pieza más valiosa del museo, hay delante mío para ver la piedra decenas de personas. Yo, y aprendiendo de los orientales las  técnicas de intrusión para una buena instantánea, me vuelvo a colocar en primera fila. Soy ya todo un profesional….
En la sala hay muchísimos bustos de Faraones Egipcios, una cantidad importante de sarcófagos y momias. Todas ellas muy bien conservadas. La verdad que me siento afortunado de poder estar ahí en ese momento, de poder disfrutar de objetos de más de 2000 años de antigüedad. Sin duda alguna, es una de las visitas que más estoy disfrutando y cada vitrina hace que me invada una emoción increíble.
A los peques les está  gustando también la visita, aunque han tenido un poco de miedo ya que relacionan las momias con un personaje de película de terror. Aleix pregunta todo el rato si se podían despertar, jaja.
Después de casi 3 horas de visita y ver solo 1/5 parte del museo, nos disponemos a abandonarlo y dirigirnos a la zona de Picadilly. Dejamos para el siguiente viaje a Londres el resto del museo, otra excusa más para volver. 








Desde el British cogemos un bus hasta Piccadilly, está preciosa esa zona en Navidad, todo iluminado y adornado para la ocasión. La verdad que aunque se han convertido en fiestas muy comerciales, tiene su encanto pasear por estas zonas, y los viajes en el mes de Diciembre son especiales y más mágicos que fuera de la época navideña.
Paseamos por  Chinatown, que aunque no tiene nada que ver con la de Manhattan, resulta curioso ver en el mismo centro de Londres los patos laqueados colgados por el cuello. Hay muchas peluquerías chinas y sobretodo restaurantes, tienen también sus propias sucursales bancarias. En todas las entradas de las calles tienes el típico arco chino dándote la bienvenida.
Paseamos por  Piccadilly Circus, Regent Street, Carnnaby Street, Oxford Street.... Son calles muy comerciales y muy bonitas para ver, pero poco atractivas para comprar, no por que las cosas que vendan no interesen, si no por los precios, que suelen ser algo desorbitados.






Comimos en una pizzería de la cadena Pizza Express algo peculiar, sobre todo por el dueño, un chico muy majo, que cada vez que nos traía un plato, nos hacia cantar un villancico. Pasamos un rato muy divertido y la verdad que nos hacia sentir en nuestra casa. Con los niños se portó genial, antes de comer les trajo cosas para pintar y al final unos bombones para cada uno. Además en esta pizzería servían comida sin gluten, la verdad un lujo comer allí, totalmente recomendable.




En la zona de Picadilly hay dos tiendas que hicieron que los peques disfrutaran mucho, la tienda de M&M´s y la juguetería Hamleys, las dos espectaculares e inmensas.
La de M&M´s, 4 plantas llenas de muñecos, camisetas, pijamas, y de surtidores, por cada rincón, en todas las plantas, de esos caramelillos de chocolate que están tan ricos.
Hamleys, de 5 plantas, es espectacular. Es un concepto de tienda diferente a la de aquí. Allí los vendedores son jugadores, y su manera de vender es jugando con el producto en cuestión, con una destreza impresionante. Decir, que así las ventas salen solas, una estrategia de marketing que funciona y te hace pasar un buen rato. Otra diferencia importante, es que el cliente, va a esa tienda primero de todo a jugar, están disponibles para probar los juguetes más espectaculares y al final, siempre adquiere algo.






Solo me queda decir, que a pesar de que éramos 13 personas, 7 de ellas niños de diferentes edades (de 2 a 11 años) las rutas has sido fluidas. Sin prisa, pero sin pausa, hemos podido disfrutar de cada uno de los detalles  de la ciudad. Una de las mejores cosas de ir con niños, es que normalmente ralentizan el camino un poco y tienes que hacer más paradas. A mi, personalmente, me gusta aprovechar esos momentos para disfrutar de la esencia de los lugares que visito. No se trata de llegar al monumento, hacer la foto, y al próximo, si no de verlo con calma, disfrutar de su belleza, sentarse y ver la gente pasar, observar reacciones y comportamientos de los viandantes, mezclarse con ellos, sean otros viajeros o lugareños…
Todo el grupo de viaje ha estado a la altura de las circunstancias, funcionando como un perfecto equipo, una maquina en el que todos los engranajes colaboraban para el perfecto funcionamiento, todos participaban, todos aportaban, todos ayudaban a todos. Cuando viajas, no todos los momentos son de color de rosa, también hay cansancio, nervios, problemas… Y todo esto solo se supera funcionando como un equipo. Para mi los viajes son retos personales, y este, aparte de visitar la increíble ciudad, era que las 13 personas funcionáramos como una sola,  cada uno con su personalidad pero aportando su granito de arena.







Comentarios

  1. Me ha encantado leer lo que hice yo aquel día,jajaj
    (Soy una de esas 13 persona,Ivett)
    Ha sido como volver a allí,revivir aquel momento tan bonito que nunca voy a olvidar,pero se que volveré y ojalá con las mismas personas que fui aquellos días.
    Me ha encantado que hayas hecho este blog tete,y ESPERO que sigas haciendo blogs de todos tus viajes.
    Gracias😘

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