THAILAND 2017. Cap 4 - Mae Salong

MAE SALONG

Nos levantamos con tiempo, sobre la 13h nos recoge el taxi para ir a Mae Salong. Mientras hacemos las maletas los peques están en la piscina. Cuando terminamos de hacerlas nos sumamos a la fiesta.
Nos recoge el taxi y en una hora y media llegamos a Mae Salong. No somos muy amantes de los taxis, pero hay casos que uno nos sale más económico que pagar 4 billetes de transporte publico.

Sobre la hora de comer llegamos y ya impresiona. Todo está en chino, y es que este pueblo lo fundaron soldados chinos que huían del régimen comunista. Este pueblo ha mantenido sus costumbres y sus descendientes siguen con ellas, tanto en la comidad, creencias, fiestas e incluso hablan chino. De hecho, muy poca gente sabe Thai.




Por la tarde nos vamos a pasear y nos damos cuenta que el pueblo es tan pequeño que no tiene infraestructura suficiente para poder visitar los lugares de interés. No hay bus, no hay taxi, no hay nada… y eso es la el encanto de este pueblo, viven como lo hacían hace décadas.

Vemos que todo el mundo se mueve en moto, y buscamos alquilar una para poder desplazarnos. Solo hay un lugar que alquiler, y aunque Judit nunca ha llevado ninguna decidimos hacerlo. Cogemos 2, están un poco destartaladas pero funcionan. Yo llevo a los dos peques en la mía y Judit como es novata va sola. Subimos al Templo Ampho Mae Fa Luang, que está en la cima de la montaña, con unas vistas de todo Mae Salong y los alrededores espectaculares. Anochece, nos vamos a cenar algo y a dormir al hostel.





Nos levantamos y nos dirigimos en moto a los campos de té, Judit ya es toda una especialista llevando moto. Los primeros habitantes de este pueblo, empezaron a cultivar opio, el negocio era muy rentable, pero el gobierno Thai quería a cambiar la imagen de un pais que apoya el cultivo de sustancias estupefacientes. A cambio de llevar electricidad, el pueblo cambió el opio por el té, y más concretamente el té “along”, que es uno de los mejores de china.

Las plantaciones son increíbles, hay recolectoras que están abonando las plantas. Llevan sus atuendos originales y van tapadas completamente, incluidas manos y cara. Enseguida me di cuenta de porque iban así, un insecto que no sabia muy bien que era, me picó en la punta de la nariz. El dolor era increíble y el hinchazón también, aunque por suerte vamos con un buen botiquín y un poco de "Diprogenta" hizo que mi nariz volviera a la normalidad. Hacemos varias catas de té y compramos uno que sabia genial.





En la otra punta del pueblo, sale el camino de tierra que te lleva a los poblados de las tribus Akha, que son las originales de las montañas de Thailandia, Laos y Myanmar. Como había llovido el camino está impracticable pero con una demostración de destreza tanto mía, que íbamos 3 en la moto, como de Judit que era novata llegamos a los primeros poblados. Las gentes llevan los atuendos típicos y viven en medio de la selva profunda. Es increíble ver con lo poco que viven está gente, y se les ve felices y siempre con una sonrisa en la boca. Es bonito descubrir que todavía existe pueblos aislados del mundo moderno, aunque cada vez cuesta más con lo rápido que evoluciona la tecnología. Muchos poblados de estas zonas rurales, aunque viven como hace cientos de años, algunos de ellos tienen smartphone. Me resulta curioso estos contrastes.









Después de visitar varios poblados volvemos a comer a Mae Salong. A la tarde se pone feo y decidimos devolver las motos. En seguida se pone a llover y nos dirigimos al hostel a descansar.

Os dejamos con el video:



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