MURANO Y BURANO DESDE VENECIA
Murano y Burano
Nos levantamos sobre las 8h y a las 9h ya estamos en el Vaporetto dirección a Murano, la isla especialista en cristal del mismo nombre. Antes de eso hemos tomado un "mancciatto" en un bar con encanto que hay al lado de la casa. Es un bar de los que nos gustan, los que solo visitan gente de ese barrio y nada de turistas. Al cabo de 40 minutos estamos en Murano y vamos a ver como fabrican los artesanos las figuras de este cristal tan famoso.
Entramos a una de las muchas fábricas que hay en la isla y vemos un maestro artesano, como lo llaman ellos, es un especialista en fabricar figuras de cristal de Murano. Nos hace, en un momento, un caballo y un jarrón muy bonito. Los 5€ de entrada por adulto y los niños gratis, bien han merecido la pena para ver a este artesano. Ha sido una experiencia muy gratificante sobre todo para los niños, que han disfrutado mucho mientras lo veían. A Aleix le hace especial gracia ver todas las figuras de cristal que hay en la fabrica/tienda, por él estaríamos todo el día mirando, pero hemos de coger otro Vaporetto a Burano.
Ligeros Viajeros en Burano!!!!!
Maestro fabricando figuras de Cristal de Murano
Después de intentar subir al primer barco que nos es imposible acceder de la cantidad de gente que hay, nos tiran de nuevo a la zona de espera, el siguiente llega en 10 minutos. Hay más de 100 personas para entrar en el siguiente y no estamos dispuestos a quedarnos en tierra, entre empujones, nos colocamos en una zona que cuando llega el barco nos da rápido acceso, incluso para poder elegir sitio para sentarnos.
Llegamos a Burano, y ya desde el barco se ve precioso, un pueblo de pescadores de casitas bajas y cada una pintada de colores diferentes, muy llamativos. Dicen que la primera idea de pintar las casas de colores era para que los pescadores reconocieran su casa desde lejos, aunque ahora ya se pintan por tradición más que por este motivo.
La isla es preciosa, parece que estés inmerso en un cuento, creo que es de los pueblos más pintorescos que hemos visto en nuestras vidas. Una visita totalmente recomendable para cualquier viajero. La verdad que la anterior vez que estuvimos en Venecia, nos saltamos esta visita, y desde aquí quiero decir que lo pongáis en la lista de "lugares obligatorios" en vuestra guía de viaje a Venecia.
Sensacional Burano!!!!
Vaya tres!!!!
Seguimos paseando, y la verdad que da hasta pena marcharse. Cada rincón es más bonito que el anterior si cabe. Damos vueltas y más vueltas, queremos que se nos quede en la retina el mayor número de imágenes de este increíble pueblo, imágenes que parecen verdaderas postales.
Después de esta visita nos vamos a Venecia de nuevo a comer y a pasar la tarde. Con el "Vaporetto" llegamos a la zona de Castello y comemos una lasagna y un tiramisú espectaculares.
Paseamos por la zona de "Cannaregio" y cogemos de nuevo una embarcación hasta la Basílica de la Salute. Allí vemos por dentro la iglesia y nos vamos otra vez dirección Rialto, primero cogemos el "Vaporetto" tres paradas y después lo hacemos caminando. Esta zona de Venecia, San Polo, es muy tranquila, y es un placer caminar por ella. Pasando canales, puentes y callejones estrechos en los que a duras penas caben dos personas.
Llegamos a Rialto, y de nuevo está el bullicio. Después de admirar otro rato más las vistas desde el famoso puente, hacemos un Gelatto en una heladería con vistas al puente.
Seguimos nuestro paseo por Venecia, porque el encanto de esta ciudad es esto, caminar, caminar y caminar... Bajamos a San Marco, por zonas menos transitadas, y para finalizar la jornada hacemos una pizza al taglio en un lugar con bastante encanto. Dentro de que esta ciudad es muy cara en casi todos los ámbitos, este tipo de establecimientos te permite comer por poco mas de 5€ por persona.
Espectacular Lasagna y Tiramisu
Ligeros Viajeros en Rialto
Basilica de la Salute
Increible imagen del Puente de Rialto
Después de cenar cogemos el Vaporetto de nuevo hasta nuestra casa en Castello.
Al día siguiente, nos levantamos y en poco rato tenemos todo preparado para la vuelta. La verdad es que al viajar tanto, vas aprendiendo lo que realmente es necesario en tu viaje y el equipaje se reduce al mínimo. Para éste llevamos 3 maletas de cabina para los 4, y vamos sobrados de espacio. Hay una norma que cumplir cuando preparas una maleta: menos es más. Esto te permitirá viajar más cómodo, y sobre todo ganar mucho tiempo a la hora de hacerla o deshacerla, buscar cosas, etc.
Como salimos con tiempo cogemos el Vaporetto lento que pasa por el Gran Canal, asi podremos despedirnos de Venezia como se merece: tranquilos, sin prisa y admirando todos los palacios que dan al principal canal de la ciudad.
Durante lo que dura el viaje, y mirando un poco más allá, te das cuenta las dificultades que tienen los venecianos para su día a día. El simple hecho de ir a comprar a una tienda se convierte en una aventura: atravesando canales, callejuelas, puentes, cogiendo barcos, etc...
Todo lo hacen con barco, como las calles que son en tierra no son transitables para vehículos, el único medio de transporte es sobre el agua. Desde la recogida de basuras, policía, ambulancias, bomberos, servicio de reparto para tiendas y restaurantes, todo, absolutamente todo, se hace en barco.
Es una ciudad que a pesar de estar en la Europa del s. XXI viven igual que en el siglo pasado y te das cuenta que con el paso de los años no va a cambiar mucho.
Los venecianos, a pesar de que viven del turismo, no están muy contentos con él. El que los Vaporettos estén repletos de turistas cada día, a cada hora, añade a su día a día problemas de movilidad. Es por esto que casi todo el mundo intenta vivir fuera del centro, siendo estas zonas también bonitas de ver, ya que los turistas no la ocupan tanto. Justamente a nosotros estas zonas son las que más nos interesan.
Llegamos a Piazza de Roma y tomamos el bus dirección a Treviso. Ya en el aeropuerto y con media hora de retraso tomamos nuestro avión que llega a BCN sin problemas.
Espero que hayáis disfrutado con nuestra aventura...
Comentarios
Publicar un comentario